El tema que hoy os traigo no es un tema en sí. Es algo diferente sobre lo que también se puede reflexionar perfectamente. El tema es Glee.
Glee es una divertida serie musical ambientada en la vida de varios estudiantes americanos. Muchos la comparan con High School Musical, y puede que en algunos aspectos tengan razón y se parezcan, pero en otros se diferencian a rabiar.
Si me preguntaran qué es Glee, lo tendría más bien claro. Glee es emoción. Tan simple y complicado como eso.
Tengo por costumbre ver cada verano una serie que, bien porque era muy pequeña o porque no se emitió en España, nunca había visto. La elegida para este verano fue Glee. Siempre había escuchado hablar de esa serie, pero nunca me dio por verla, hasta ahora. Empecé a verla a raíz de una razón un tanto inusual, el poder ver más ejemplos de performances (cosa que me encanta). Y lo cierto, es que no me arrepiento. Fue una elección acertada.
Es cierto que es el tipo de serie americana con payasadas, momentos musicales, amores no correspondidos... Lo típico en la mayoría de series para adolescentes. Pero tiene mucho más que todo eso.
Como decía al principio, Glee es emoción. Tiene situaciones surrealistas, pero la mayoría son verosímiles. Situaciones que te han pasado o que te pueden llegar a pasar. Tiene situaciones que te hacen pensar y que te hacen replantearte muchos aspectos de tu vida. Situaciones que ves a menudo en el mundo y que te atan por los motivos que sean. Trata temas como las enfermedades, las discapacidades físicas y mentales, la marginación, el bullying, la homosexualidad, el racismo, el amor y el dolor... Temas que vemos todos los días a nuestro alrededor, incluso en nuestro propio instituto.
Si a todo eso le añades el tener un poco de empatía, tienes la lágrima asegurada.
¿Y qué decir de los números musicales? Representan canciones de todo tipo según la situación en la que se encuentren. Temas de Rihanna, Jusitn Bieber, The Beatles, Queen, Lady Gaga y muchísimos más artistas de los que puedas imaginar han sido representados por los chicos del Glee Club y sus coros rivales.
Glee es una de las pocas series en las que he aprendido algo. El valor de la amistad, el respeto mutuo, la valentía y el enfrentar problemas, son algunas de las cosas que el señor Schuester (Matthew Morrison) enseña a sus alumnos, y honestamente, a los espectadores de la serie.
Lo cierto es que es una serie que me ha marcado en muy poco tiempo, y solo tengo buenas palabras para ella y para todos sus protagonistas.
¿Y tú? ¿Qué serie te ha hecho mirar la vida desde un punto de vista diferente?
