28 jul 2017

...el calor

Para ser sinceros, no se me ocurría otro tema del que hablar que no fuese este. Y es que es un tema muy corriente en estas fechas. Al menos en España. 
Y tal y como está la atmósfera en este momento, tampoco es que fuese muy fácil pensar en otro tema que no fuese ese.

Sales a la calle y ves a los vecinos quejándose sobre ello. Pones el telediario y los periodistas informan sobre ello. Te quedas en casa y tú mismo piensas en ello. EL CALOR. 


Ese calor que tanto echamos de menos en invierno pero que somos incapaces de aguantar en verano. 

Ese calor que queremos en todas las noches de otoño pero que renegamos de él en las de primavera.

Y es que el ser humano es así, inconformista con todo. Cuando quiere una cosa, la tiene que tener. Pero cuando al fin la tiene, ya no lo desea tanto. Extraños por naturaleza. Qué le vamos a hacer.


Pero si lo miramos bien, el calor no es tan malo como la gente piensa. Excluyendo el agobio que se puede llegar a sentir y los golpes de calor que pueden afectar a la salud de las personas, por supuesto.


Qué serían esas guerras de globos de agua y esos combates a muerte por hacer una aguadilla a tu mejor amigo sin el calor. 

O qué me decís de esos grandes saltos y mortales que cada persona personaliza al tirarse a una piscina. 
O de la satisfacción que sientes cuando te tomas un helado o una bebida bien fría.
O incluso de la típica escena que todo el mundo imita de los vigilantes de la playa

Momentos inigualables e irrepetibles que el calor nos hace vivir por mucho que lo odiemos. Y es hay que pensar que el verano está a punto de acabar, y con él, el calor y nuestro agobio. 


En nada estaremos de nuevo en Septiembre, sacando del armario todas nuestras ropas de abrigos y maldiciendo el frío que soportaremos en Navidades. 





Y tú, ¿cómo estás sobrellevando el calor?